POR UN MUNDO VIVIBLE: ECOFEMINISMO

Grupo Violeta Greenpeace
Grupo Violeta Greenpeace • 2 març 2022
Pancarta con el lema Por un Mundo Ecofeminista

Bienvenidas!!!!

Si habéis llegado hasta este blog es porque os ha gustado nuestro cartel o porque habéis sentido curiosidad por saber qué es el Grupo Violeta de Greenpeace o el ecofeminismo, en particular.

Bien, el Grupo Violeta de Greenpeace está formado por un conjunto de personas que nos encargamos de transversalizar la perspectiva de género en todos los ámbitos de actuación de nuestra organización que, como ya sabéis, tradicionalmente se ha centrado en la lucha ambiental y pacifista pero que, desde hace unos años, ha incorporado también el principio ecofeminista a su Marco Estratégico.

Pero ¿Qué es el ecofeminismo? os preguntaréis. Este movimiento puede entenderse como la unión de la defensa de la tierra y el proceso emancipador de las mujeres, quienes se presentan y se configuran como agentes clave para defender y proteger la vida y la tierra (Herrero, 2020). Asimismo, se reconoce que en los desastres naturales, provocados por el ser humano, son las mujeres y las niñas las más afectadas. No obstante, en los movimientos sociales y ecologistas, incluso en la actualidad, las mujeres han seguido asumiendo sus roles tradicionales, mientras que los hombres se han posicionado como los líderes y portavoces de los mismos. 

Con el surgimiento del capitalismo se desarrolló una nueva cosmovisión, que justificaría la explotación de las mujeres y de la naturaleza en aras del progreso, que estaba siendo desarrollado, principalmente, por hombres. De ahí que el ecofeminismo relacione la histórica subordinación de las mujeres y la dominación de la naturaleza con el capitalismo patriarcal.

Sin embargo, no será hasta 1974, cuando Françoise D’Eaubonne, contemporánea y amiga de Simone de Beauvoir, acuñe el término “ecofeminismo. Para esta autora la subordinación del colectivo femenino y la explotación de la naturaleza han sido el resultado de todos aquellos que sostienen que el hombre es por naturaleza superior a la mujer y también a la propia naturaleza, considerada ésta como un objeto a la que se puede manipular y explotar sin ningún tipo de control.

Se puede decir, por tanto, que el ecofeminismo nació en occidente. Aunque este movimiento, fue llevado a la práctica, en muchos casos de manera inconsciente, por los pueblos originarios del sur, especialmente de iberoamérica, donde las mujeres además de ser víctimas del deterioro ambiental, se han posicionado como protagonistas en la defensa de sus derechos como mujeres y del territorio ante el afán extractivista de las empresas transnacionales que, no sólo destruyen el medio ambiente, sino también llevan a cabo una constante vulneración de los derechos humanos. Estas mujeres, con frecuencia, han sido represaliadas e incluso asesinadas por ejercer sus derechos, tal es el caso de la activista asesinada Berta Cáceres o de la desaparecida Irma Galindo. 

No obstante, el ecofeminismo ha suscitado cierto rechazo entre los movimientos feministas, debido, sobre todo, a la puesta en valor que este movimiento hace de los cuidados. Pero este trabajo de cuidados, que tradicionalmente ha sido impuesto y asumido por las mujeres, puede llegar a tener un valor esencial si se universaliza y se asume por parte de la comunidad en su conjunto, incluyendo a los hombres. Si logramos esto, no sólo habremos conseguido un reparto equitativo de las tareas cotidianas indispensables para la vida humana, sino que habitaremos de forma más pacífica la Tierra (Puleo, 2008) y de manera más igualitaria también. 

En este sentido, para Greenpeace no es posible la protección ambiental y la paz si existe la desigualdad estructural. Resulta esencial que las mujeres participen en la toma de decisiones encaminadas a construir una sociedad más igualitaria, diversa e inclusiva, así como una economía más sostenible, que respete los tiempos del planeta, y que gestione los recursos naturales en función de las necesidades humanas y no del capitalismo patriarcal. Además, desde nuestra organización asumimos la ética del cuidado, sin olvidar la lucha interconectada de los derechos ambientales y de la mujer, ya que ésta resulta esencial ante la profunda crisis social y medioambiental en la que estamos inmersas actualmente. 

Por ello, en este Día Internacional de la Mujer defendemos el derecho de las mujeres a expresarse y a posicionarse como agentes de cambio ante la desigualdad y la emergencia climática. En este día proclamamos:

DERECHOS PARA TODAS, TODOS LOS DÍAS

AQUÍ ESTAMOS LAS FEMINISTAS

Grupo Violeta de Madrid

Fuentes:

Cartel 8M Grupo Violeta Madrid