EL OCÉANO EMPIEZA AQUÍ
Un 7 de Marzo de 2019, abro voluntagestión como cada mañana y veo un e-mail de Elena, voluntaria del grupo de Lleida, que muy preocupada por el tema de los residuos que se cuelan por las alcantarillas en su ciudad, escribe para sugerir hacer alguna actividad para concienciar en esta línea. Su propuesta ya apuntaba directamente hacia algo concreto, mensajes tipo "No ensucies el río" o "Soy la puerta a tu río, no me ensucies" rodeando las alcantarillas.
Yo le contesté muy ilusionada, agradeciéndole la propuesta. No todos los días se reciben propuestas de actividades. Pero justo en esas fechas no podríamos llevarla a cabo porque estábamos con todo el tour de Maldito Plástico haciendo las recogidas de residuos en playas, ríos, etc. La dinámica de miles de cosas en Greenpeace nos comió y la cosa se quedó ahí...
Casi un año después, el 18 de Febrero de 2020, también en voluntagestión, José Manuel, voluntario del grupo de Córdoba, escribe por el mismo motivo tras haber estado hablando con su grupo de hacer una actividad poniendo mensajes en las alcantarillas del Puente Romano y sus alrededores. La propuesta de José Manuel también venía ya con mensaje claro "NO ARROJES NADA, EL MAR EMPIEZA AQUÍ".
Qué curiosa coincidencia, cada unx en una punta de España, un año después, y la misma idea... ¡Los astros se alinean! Comparto la propuesta con el equipo y valoramos su posibilidad en el marco de la campaña de océanos. Pero las cosas de palacio van despacio, ya sabéis, hay que esperar a ver cuáles son los planes de Greenpeace Internacional para esas fechas, ver si cuadra, ver posibilidades dentro del marco de desescalada de actividades en tiempos de la Covid... Un triple salto mortal, unos pocos de malabares, una voltereta lateral y unos cuantos días después le doy el SÍ QUIERO a José Manuel. Le cuento de la existencia de Elena y de esta bonita coincidencia, conformamos grupo de trabajo. Grupazo. Tras unos cuantos e-mails; otros pocos mensajes de whatsapp; varias pruebas en casa, aceras, asfalto, carreteras... unos textos y unas fotos... ¡Aquí lo tenéis!
Una actividad cosechada desde las raíces, desde vosotros y vosotras, la cual hemos ido dando forma entre los tres para que hoy podáis hacerla y disfrutarla. Os lo cuenta cada uno a su manera. "Dónde empieza el océano" es el texto de Elena, y "El Océano Empieza Aquí” es el texto de José Manuel. Compañerxs, un gustazo trabajar juntas en esto. A pintar las calles.
Elia González, Coordinadora de Movilización para Biodiversidad

DÍA MUNDIAL DE LA BICI EN VIGO
El pasado día 3 de Junio se celebró el Día Mundial de la Bicicleta. Según la ONU, “los Días Internacionales nos dan la oportunidad de sensibilizar al público en general sobre temas como los derechos humanos, el desarrollo sostenible o la salud. Al mismo tiempo, pretenden llamar la atención de los medios de comunicación y los Gobiernos para dar a conocer problemas sin resolver que precisan la puesta en marcha de medidas políticas concretas”.
Y eso es precisamente lo que se buscaba con la acción UNA CADENA CICLISTA EN VIGO que realizamos en colaboración con las asociaciones A Golpe de Pedal, Verdegaia, ADEGA, Ecoloxistas en Acción y la coordinadora estatal ConBici. En Vigo estamos colaborando desde hace un tiempo en una iniciativa que se llama Vigo Ciclábel y que tiene como finalidad potenciar y visibilizar el uso de la bici en Vigo, así como crear programas de formación y divulgación de la misma.
Siguiendo con las consideraciones de la ONU en general y de la OMS en particular, se pretendía “promover el uso de la bicicleta como medio para fomentar el desarrollo sostenible, reforzar la educación de los niños y los jóvenes, incluida la educación física, promover la salud, prevenir las enfermedades, fomentar la tolerancia, el entendimiento y el respeto y facilitar la inclusión social y la cultura de paz”. Además de los conocidos beneficios para la salud física de los usuarios de la bicicleta, “unas sociedades más activas pueden generar otros beneficios, como un menor uso de combustibles fósiles, un aire más limpio y carreteras menos congestionadas y más seguras.”
Con esas consideraciones en nuestras mentes, cuatro grupos de 15 participantes, tal y como exigía la normativa vigente sobre la Covid-19, partieron de diversos puntos de la ciudad olívica con el objetivo común de visibilizar las múltiples ventajas de este “medio de transporte verde” e instar al gobierno local a tomar las medidas oportunas para promoverlo (implementar una red ciclista, declarar más calles de prioridad peatonal y límite de 20 km/h para el tráfico en todos los barrios, reducir la velocidad a 30 km/h a nivel urbano para potenciar la seguridad de viandantes y usuarios de bici…).
El grupo del que formábamos parte -compuesto en una gran mayoría por mujeres-, pedaleamos por decenas de calles y efectuamos diversas paradas para ocupar tramos de la calzada y corear aún más fuerte las diversas consignas que amenizaron esta jornada, caracterizada por todxs nosotrxs como festiva y jovial: “eu pedaleo e non me cabreo”, “máis bicicleta e menos metralleta” ou “máis sillín e menos sillón”, entre otras.
Con la autocomplacencia de haber hecho una acción más que visible y, además, disfrutando de nuevo de la grata compañía presencial, nos hemos quedado con más ganas de llenar las calles.
Rebeca Muñoz, voluntaria del grupo de Greenpeace Pontevedra
ACCIÓN: NO MÁS DINERO PARA EMPRESAS CONTAMINANTES
Era temprano, muy temprano, pero tenía la cabeza lucida. Sería la adrenalina y la incomodidad del arnés lleno de cacharros lo que no me dejaba dormir en la furgoneta. Los seis íbamos despiertos y callados quizá rumiando el plan. Yo le daba vueltas a la idea de lo que veníamos a protestar. Salir de una crisis con las mismas soluciones que llevaron a la anterior no se me antojaba una respuesta racional de un gobierno. No podía pensar mejor manera de pegarle un tiro en el pie a la transición ecológica que subsidiar la compra de vehículos sucios o las aerolíneas. Mientras Alemania o Francia concentran sus ayudas en vehículos eléctricos, España aprueba subvenciones para coches diésel y gasolina, perpetuando así nuestra dependencia de los vehículos privados a combustibles fósiles.
¡Ya estamos! la furgoneta para suavemente y nos bajamos. Sacamos mecánicamente la escalera y sigilosamente entramos. Dentro, a apenas cinco metros, como un gigante de metal blanco y rojo, asciende entre las ramas de los árboles la torre de la grúa. Un vigilante de seguridad aparece con cara de pocos amigos. Uno se adelanta y le explica la situación. Los demás no tenemos nada que pensar, agarramos el petate de la pancarta y en fila india comenzamos a subir. De repente el personal de seguridad agarra la pancarta, pero con un poco de escapismo creativo conseguimos comenzar el ascenso.
La siguiente preocupación es si la grúa estaría abierta o no, miramos con preocupación el negro final de la torre. Allí hay una trampilla que de encontrase cerrada obligaría a emplear a fondo nuestras dotes de escaladores. Por suerte empujamos y se abre haciendo un suave clack. Los demás seguimos progresando y cargando por turnos el pesado equipaje. El sonido metálico de los garfios de seguridad solo se ve entorpecido por las primeras sirenas de policía que llegan aceleradas.
Ya todos arriba sudorosos y grasientos observamos el paisaje de un Madrid que comenzó a iluminarse por el amanecer. Nos paramos un segundo a pensar, con la tranquilidad de haber llegado todos bien arriba. Estamos en las obras del Hotel Ritz a escasos 200 metros del Congreso de los Diputados. Donde hoy el Gobierno tiene previsto aprobar un mix confuso de ayudas a la compra de automóviles fósiles y eléctricos. Quizás mezclar subsidios a tecnologías limpias con sucias es la base de su estrategia. Genera la confusión necesaria para esconder la vergüenza de condenarnos a la obsolescencia a un seguir fabricando vehículos del pasado.
¡Bueno, ya sabemos lo que tenemos que hacer! Como un ejercicio de funambulismo, solo asegurados por nuestras líneas de vida comenzamos a caminar hacia el extremo de la grúa arrastrarnos nuestro petate. Abajo el festival de coches patrulla y vehículos del Samur y bomberos comienza a montarse. Montamos tres reuniones y extendemos con cuidado la pancarta doblada a lo largo de la grúa, aún no hay viento, pero lo habrá.
¿Todo listo?, ¡Para bajo! Poco a poco los compañeros colgando de minúsculas cuerdas comienzan a extender con determinación el mensaje. Espera …Upsss… ¡Se ha liado! … un pequeño contratiempo que por suerte conseguimos soluciona a tiempo. En unos minutos el “No más dinero público a empresas contaminantes” flota en la suave brisa de la mañana. Un grito de indignación a los casi 5000 millones de dinero público que el gobernó pretende gastar en parte en el subsidio de combustibles fósiles.
Luego ya con el trabajo hecho recibimos la visita de dos bomberos que desde un impresionante camión grúa viene casi hasta nosotros para apoyarnos y ver si necesitábamos algo.
¡Está subiendo el viento! a esta altura y con una pancarta tan grande es capaz incluso de mover la grúa. Tras unas horas de haber expresado nuestra voz y con ella las de muchos sectores de la sociedad civil decidimos bajarnos. Recogemos el trapo como si de una vela de un gran barco se tratase. Y comenzamos un lento pero seguro viaje a tierra firme. Allí nos esperaban un montón de policías que con una inusitada educación nos esposan y nos lleva a comisaria.
Quizás esta protesta no sea legal pero lo que sí es, es legítima, pues sin un clima vivible no habrá ni economía, ni empresas, ni puesto de trabajo que rescatar con dinero publico.
Paco, activista.

ACELERADORA DE PROYECTOS POR EL MAR MENOR
Hola, ¡¡compis sin miedo a desarrollar iniciativas!! Me llamo Adela, soy voluntaria del Grupo Local de Murcia, y me gustaría compartir con vosotras cómo estamos viviendo la experiencia de trabajar a través de esta iniciativa llamada "Aceleradora de Proyectos Territoriales" porque para nosotras está resultando práctica y sobre todo ilusionante.
Desde nuestro grupo de Murcia estamos preparando un proyecto territorial centrado en la Recuperación del Mar Menor y su entorno. Aunque es una problemática que conocemos en primera persona, y por la que muchos colectivos están muchos años luchando, intentábamos encontrar una forma de ser más eficaces y que nuestros esfuerzos se dirijan, de alguna manera, no solo a denunciar el ecocidio que estamos presenciando, sino a conseguir algún resultado, algún cambio que pudiera ayudar a frenar el terrible deterioro de nuestra laguna.
La propuesta de Greenpeace sobre trabajar con el voluntariado en el desarrollo de proyectos territoriales parecía que la hubieran diseñado especialmente para atender a nuestras necesidades. Así que iniciamos un intercambio de comunicación entre el staff y nosotras (a través de Voluntagestión, y con la guía e impagable colaboración y asesoramiento de nuestro coordinador territorial Luis Berraquero). Nos propusieron realizar una formación adaptada a nuestras reivindicaciones, puesto que coincidían con las líneas de programas activos en GP.
Realizamos dos talleres por videoconferencia (ni la Covid-19 nos para) y lo único que os puedo decir es que todas las voluntarias que participamos nos sentimos no solo agradecidas por la experiencia, sino que hemos encontrado una manera de estructurar nuestras reivindicaciones, unos sistemas de trabajo que nos enseñan cómo organizar y encaminar todas esas cosas que llevamos en la cabeza pero que ahora han pasado de ser un totum revolutum a convertirse en una estructura estudiada, analizada, organizada, focalizada y con expectativas de convertirse en acciones eficaces que consigan un cambio real dentro de esta causa que defendemos.
Ahora estamos plasmando en un proyecto formal (las guías y plantillas que nos facilitan en GW son súper útiles) y esperamos enviarlo para su estudio (y esperamos que aprobación) en unos días.
Cada iniciativa tendrá sus propias características, pero las herramientas que nos facilitan son versátiles y fácilmente adaptables a cualquier proyecto que deseemos desarrollar. Gracias mil a todas las personas que se están currando esto de forma que personas voluntarias dispongan de todo el asesoramiento y del saber de GP para que además de tener ideas e iniciativas, podamos ser realmente operativos.
Un abrazo muy sincero, compis!!!
Adela Carrasco, voluntaria de Greenpeace.

LLEGÓ LA II ESCUELA DE ACTIVISMO
Hace poco más de un año que empezamos con esta andanza... Greenpeace y el Instituto para la Noviolencia (NOVACT) comenzábamos a trabajar en el diseño de un "algo" que aglutinara formación on line, presencial y vivencial...
Ese "algo" terminó cogiendo fuerza y terminamos creando la Escuela de Activismo, y aunque teníamos el reto de darle difusión partiendo de la nada terminamos creando un espacio de encuentro y formación en el que participaron más de 800 personas (entre la formación on line y el posterior Campamento de Activismo).
Este año había muchas dudas sobre la continuidad de la misma, principalmente por la situación de las formaciones Covid 19 y cómo ésta podía afectar al desarrollo de la misma. Sin embargo y tras mucho esfuerzo conjunto con NOVACT, hemos lanzado esta formación on line que da continuidad a la Escuela y nos va a permitir sumergirnos en el Activismo desde una Perspectiva Ecofeminista.
Las plazas serán reducidas pero generaremos espacios de encuentro digitales abiertos a todo el mundo vía Zoom, todos los jueves del mes de julio, con figuras referentes en el mundo del Ecofeminismo y de la protección integral del activista.
Vamos... que va a ser un lujazo!!
Y quien sabe... igual en unos meses podemos lanzar el Campamento ;)
Os animamos a inscribiros en la misma y a difundir entre colectivos cercanos. Tenéis toda la información sobre el curso y las inscripciones aquí.
Miguel García, Técnico de Formación de GP
5J CORAZONES VERDES POR LA JUSTICIA SOCIAL Y AMBIENTAL
Dos historias, separadas pero similares, la de Ana en Bilbao, y la de Paula en Gijón, para ambas su primera actividad pública con Greenpeace, llenas de ilusión y ganas la pusieron en las calles el Día del Medio Ambiente, llenándolas de corazones verdes para reclamar una vuelta a "la normalidad" mejorada, poniendo los cuidados y el planeta en el centro.
Ana y Paula son dos de las voces que recogemos y que se sumaron a las del voluntariado de los 22 grupos de Greenpeace que junto con el resto de colectivos estuvieron presentes en 40 ciudades celebtrando el 5J con la plataforma 2020 Rebelión por el clima.
Es difícil evitar crearse expectativas de algo que va a suceder o de la reacción de las personas. Creo que es importante ser conscientes de qué es lo que esperamos y aceptar o estar preparadas para lo que la realidad depare.
Quién me iba a decir a mi a principios de año, cuando decidí hacerme voluntaria de Greenpeace, que el mundo entero se pararía... Creo que esta pandemia trae, por lo menos, dos claros mensajes: el primero, que si seguimos por este camino las primeras perjudicadas vamos a ser nosotras; y el segundo, que si le damos espacio y dejamos de ensuciarlo, el planeta es capaz de encontrar el equilibrio.
Hay que moverse. Asi que, lejos de distanciarnos o mitigar nuestra motivación, me ha ilusionado mucho ver cómo se han aprovechado otras maneras de mantenernos unidos, de formarnos y de movilizarnos. La verdad que no me esperaba que la primera concentración como volunta sería con mascarillas, a 3 metros, sin poder invitar a todo el mundo a que particípe, etc. Pero tampoco imaginé que sería tan emocionante compartir esas ganas de salir por fin a la calle y, además, hacerlo junto con personas de otras organizaciones con un mismo objetivo representado por un corazón verde gigante. Para mí no había símbolo más idóneo.
Y ahora a coger lo que sea que nos depare con todo esta motivación!
Ana Paralle, volunta de Greenpeace en Bilbao.
(...) Poco a poco, llegó la desescalada y, con las medidas de seguridad pertinentes, se consiguió hacer una concentración en mi Gijón, coincidiendo por el Día Mundial del Medio Ambiente.
Junto con las plataformas 2020 rebelión por el clima y Alianza por el clima, (apoyados por diferentes colectivos y entidades), reclamamos una salida de la crisis del coronavirus con justicia ambiental y social. Me tocó leer el manifiesto junto con una compañera de una plataforma adscrita a la concentración. Pese a los nervios, fue una experiencia gratificante y emocionante.
Para evitar nuevas catástrofes, es necesario reducir las emisiones de carbono, algo que solo se puede llevar a cabo con políticas públicas y con una sociedad comprometida. Para salir de la crisis sanitaria y económica, debemos aprender de errores pasados. Salir de esta crisis con responsabilidad implica reconstruir la economía poniendo la vida en el centro. Hay que rescatar de la crisis a las personas, no a privatizadores, explotadores maltratadores y contaminadores.
En definitiva, hay que llevar a cabo una transición social y ambiental.
Paula, volunta de Greenpeace en Asturias. Su blog completo aquí