Durante un período de 18 horas, el pasado 11 de mayo más de 60 activistas de toda Europa bloquearon un mega barco que llegaba a los Países Bajos con 60 millones de kilos de soja de Brasil. Los activistas exigían una nueva y fuerte ley "anti-deforestación" de la Unión Europea. El bloqueo finalmente terminó con la detención policial de 11 activistas: 8 escaladores y 3 activistas de botes.

Los activistas bloquearon las puertas de esclusa por las que debe pasar el mega buque llamado Crimson Ace -de 225 metros de largo- para acceder al puerto de Ámsterdam. Holanda es la puerta de entrada a Europa para la importación de productos como aceite de palma, carne y soja para alimentación animal, a menudo vinculados a la destrucción de la naturaleza y violaciones de los derechos humanos.

Andy Palmen, director de Greenpeace Holanda, comentó el hecho de que “hay un proyecto de ley de la Unión Europea sobre la mesa que podría poner fin a la complicidad de Europa en la destrucción de la naturaleza, pero está lejos de ser lo suficientemente fuerte. Cientos de barcos que transportan soja para alimentación animal llegan a nuestros puertos cada año. Puede que los europeos no manejen las excavadoras, pero a través de este comercio, Europa comparte la responsabilidad de la tala total en Borneo y los incendios en Brasil. Con esta acción enviamos un mensaje claro a los ministros de la Unión Europea. Y los seguiremos presionando para que conviertan la propuesta en una ley sólida e impermeable”.

Más de 60 voluntarios de 16 países y dos líderes indígenas de Brasil participaron en esta protesta pacífica. Alberto Terena y Waduwabati Suyá se unieron a la protesta a bordo del Beluga II, el velero fletado de 33 metros de eslora de Greenpeace Alemania, con una pancarta entre los mástiles que decía "UE: para la destrucción de la naturaleza ahora".

Bosques deforestados a causa del cultivo de soja para alimentar al ganado de Europa

Alberto Terena, Líder Indígena del Consejo del Pueblo Terena en el estado de Mato Grosso do Sul, estuvo en la protesta en suelo europeo para contarnos que les han expulsado de su tierra así como que han contaminado sus ríos con veneno, todo para dar cabida a la expansión de la agroindustria.

"Europa comparte la responsabilidad por la destrucción de nuestros hogares. Pero esta legislación puede ayudar a detener la destrucción futura. La producción de alimentos para sus animales industriales y la carne de res que se importa no deberían significar nuestro sufrimiento”, nos contó Alberto Terena.