El sábado 25 y el domingo 26 de junio en Noviercas (Soria) nos reunimos gentes de diferentes lugares de España, entre vecinas, ecologistas y público general para participar en una manifestación de repudio a la factible instalación de la mayor macrogranja de Europa (23.500 vacas).

Concurrieron personas de Castilla y León, desde Zamora, Palencia, Valladolid, Soria, Fuensaúco, Peroniel... Así como de otras comunidades como Madrid, Aragón, Castilla-La Mancha, Murcia, Catalunya, Navarra, y de otras poblaciones que quisieron expresar preocupación y apoyo a la gente de la provincia de Soria y del pueblo de Noviercas.


El evento se inició al mediodía del sábado con una jornada informativa compuesta de varias charlas referidas al proyecto Noviercas de la vaquería industrial, a las aves esteparias, al pico o monte/serranía del Moncayo como patrimonio natural y cultural, y al abordaje de la situación actual de otros sitios afectados por macrogranjas, particularmente en Castilla-La Mancha. En esta actividad así como en otras complementarias como las dedicadas a niñas y niños, o los conciertos de grupos musicales, asistió un público de diferentes edades que sumaron aproximadamente unas 600 personas, aportando un gratísimo ambiente fraterno y una buena dosis de energía que inundó el evento de punta a cabo.

Entre los asistentes destacados estuvieron los ecologistas de la talla de Pedro Costa Morata y Joaquín Araújo. El primero moderó la jornada de charlas y el debate, y el segundo insufló energía a las/los asistentes, en la marcha final en las cercanías de la serranía del Moncayo, a través de un discurso reflexivo sobre los efectos perniciosos de la ganadería industrial, tanto para la gente como para el medio natural, particularmente el suelo y el agua.

Noviercas manifestación

La marcha, cargada de alegría, pancartas, lienzos, cencerros, disfraces y silbatos sumó a todavía más gente, llegando a formarse una columna de unos 1000 manifestantes, que entusiastas y cansados por la sequedad y el esfuerzo caminaron varios kilómetros de ida y vuelta al núcleo urbano del pueblo de Noviercas. La marcha hasta las cercanías del pico Moncayo fue un exitazo, un compendio de energía positiva, colores, de leyendas alusivas a que no queremos ganadería industrial, sino una extensiva, familiar y que respete el medio rural y a sus gentes, permitiéndoles una vida sana y buena en consonancia con los límites biofísicos del planeta (LBP) y que se adecúe a desarrollos económicos y de ocupación de los territorios que estén adaptados a la escala humana, tan sobrepasada por criterios de lucro y perversión, los cuales esquilman el mar, la tierra y afectan a corto y/o medio plazo gravemente la salud y la calidad de la vida en pueblos y ciudades.

Ya el domingo, durante la mañana, se efectuó, como gran cierre formal de la fiesta ecologista de Noviercas, un Encuentro Regional Contra las Macrogranjas en Castilla y León, que con argumentos, intensidad de debate y compromiso, estableció el inicio de una coordinación regional para luchar a favor de la vida humana y la Naturaleza, y contra el despojo socioeconómico y el abuso industrial basado en la ganadería intensiva de vacas, cerdos, gallinas, que desprecia las normas jurídicas o las retuerce como una plastilina para profundizar el lucro y la perversión como su carro de combate.

Activistas de Greenpeace en la manifestación de Noviercas

La Asociación Hacendera, una de las entidades organizadoras del evento merece especial mención por su preocupación y predisposición para liderar procesos como este en el territorio que contribuyan a fortalecer los lazos y el cuidado del entorno. 

Alonso Bórquez, voluntario en Valladolid