En los últimos días nos hemos dedicado a ir a supermercados de 20 ciudades para dar una información extra que las empresas cárnicas no dan. Básicamente hemos pegado etiquetas para informar que esos productos proceden de macrogranjas y ganadería intensiva. 

Ponemos etiquetas honestas en productos de macrogranjas.

Con esta acción, queremos destapar una vez más la dura realidad de la megaindustria cárnica intensiva; una realidad que trata de ocultar detrás de sus anuncios bucólicos y entrañables: puro greenwashing.

Para ello en las etiquetas se podía leer parte de la información que empresas como EL POZO olvidan incluir en su etiquetado: «Las macrogranjas donde se hacen estos productos contaminan el agua y dañan el medio ambiente».

 

Así que ante esta realidad solo nos queda actuar para que los consumidores y consumidoras sepan de dónde viene la carne que comen y cómo esas explotaciones industriales contribuyen a la destrucción de nuestro entorno.

Lorea Flores y Elia González, responsables de las campañas de movilización contra las macrogranjas y la contaminación del agua.