Boletín 22/5/20

Virginia Rabal
Virginia Rabal Greenpeace • 22 Mayo 2020

YO ESTUVE ALLÍ: 4 AÑOS DE LA ACCIÓN DE LAS TORRES KIO

torres Kio

Estos días me ha saltado en redes sociales un recuerdo de la acción en las Torres Kío contra el Transatlantic, Trade Investment Partnership o Tratado de Libre Comercio (TTPI) que nos amenazaba en aquellos días. Fue una acción tan mediática, que muchos de mis amigos y conocidos las compartían de los distintos medios y las agregaban a mi perfil al reconocerme en ella.

Y es que además de espectacular, fue también una acción atípica, no sólo por tratarse de una de las protestas más bizarras que se recuerdan en Greenpeace, sino porque en aquella ocasión los activistas interactuamos directamente con los medios de comunicación ‘in situ’, en vivo y en directo desde el mismo corazón del ‘fregado’. Algunos de ellos quería hablar con las personas que estaban colgadas allí arriba, y por mi familiaridad con los medios de comunicación como periodista, me tocó a mi la ‘china’ de lidiar con las preguntas en directo. Estaba seguro que no sería nada complicado. La brevedad que exigen las intervenciones en esas circunstancias no permitiría profundizar tanto en los detalles, de manera que tuvieran que emplearme a fondo en explicar los por menores de ese acuerdo, con el temor que estas situaciones suelen llevar aparejadas de no dominar completamente a fondo el asunto como para defenderlo decentemente ante la prensa en público.

Sin embargo, suele ocurrir que la realidad no tiene por que tener unos planes que encajen con lo que tú imaginas que va a ocurrir, y cuando formularon sus preguntas, descubrí que estaban más interesados en saber cómo nos sentíamos nosotros allí arriba por el peligro evidente y las multas que muy probablemente nos esperaban abajo, que por los detalles que había tras aquellas siglas que exhibíamos en nuestro cartel. Obviamente, cada uno vivimos el segmento de la realidad que nos rodea, lo que me impidió saber desde allí arriba que como suele ser lógico, práctico y habitual, ya se había encargado un compañero de campañas de explicar maravillosamente bien qué era aquello del TTIP y el porqué de nuestra protesta, con lo que de los que estábamos espectacularmente colgados allí arriba, lo que querían conocer eran en todo caso nuestras sensaciones personales.

Así que, de repetir hoy la oportunidad de responder aquellas mismas preguntas, cuatro años después, en lugar de intentar conducirlas a las razones generales que impulsaron nuestra acción, quizá les habría contestado que como activistas, éramos personas conscientes y convencidas de lo que hacíamos cuando de por medio hay una seria amenaza al medio ambiente. Que los seis que hasta allí habíamos subido, aquella noche nos fuimos a la cama con los nervios de ser conscientes del reto al que nos enfrentábamos, y que por la mañana continuaban atenazándonos el estómago, mantenidos a raya sólo por la confianza en nuestra preparación, que nos transmitía la seguridad de que todo saldría como esperábamos. Que cuando comenzamos a subir, impresionaba cómo iba desapareciendo el ruido de la ciudad, cediendo el protagonismo al del aire, el de tus propios movimientos y tu respiración. Que conforme pasaban las horas, la excitación inicial dio paso a un profundo relax, que poco a poco se fue convirtiendo en un cansancio que intentabas combatir combinando las pocas posturas que el estar allí colgado te permitía. Y que al bajar, resultó increíblemente reconfortante chocar con la expectación que la acción había provocado y el cariño de la gente que te transmitían su apoyo haciéndote ver que compartían esta inquietud por la conservación de nuestro medio ambiente.

En estos ‘pandémicos’ días, me llama la atención el hecho de que de los cielos de Madrid haya desaparecido gran parte de aquella polución que apenas me dejaba ver la Sierra Norte desde donde estábamos colgados. Ojalá este curioso efecto medioambiental que ha generado la crisis sanitaria del COVID-19, sirviera para hacer reflexionar a nuestra sociedad acerca de hasta qué punto influimos en la calidad de los recursos naturales que nos rodean, y la trascendencia del impacto que provocamos. Quizá sea una oportunidad providencial para llamar la atención sobre este hecho y aprovechar su impulso para sensibilizar a nuestros congéneres en algo tan trascendental como defender la calidad del aire que respiramos, el agua que bebemos y los alimentos que cocinamos. Y si por el contrario está más ocupados en crispaciones, enfrentamientos y discusiones políticas, estamos a punto de volver a salir ahí fuera a recordarles con un gran cartel amarillo, que todo aquello que consideramos realmente importante no se puede sostener sin un entorno sano en el que desarrollarse.

Juanma López, voluntario de Greenpeace

 

TALLER SYSTEM MAPPING BCN

system mapping

¿Sabéis eso que suelen decir de que cada persona mira el mundo de una forma distinta?

¡Pues es totalmente cierto!

La semana pasada estuvimos trabajando en un taller de System mapping aplicado a la ciudad de Barcelona. El objetivo era simple: crear un mapa conceptual que relacionara todas las causas y condiciones que provocan que Barcelona no sea una ciudad sostenible, juntando a personas expertas de distintos colectivos. Como he dicho, el objetivo era fácil... ¡aunque la ejecución ya no tanto!

Los días antes, estuvimos trabajando en la implementación de la técnica que se iba a usar para el taller: un método de análisis de sistemas complejos en los que intervienen multitud de factores, realizado a partir de un programa que permite la construcción de sistemas de variables y relacionarlas mediante feedbacks positivos y negativos. Hasta que llegó el esperado día.

En el taller participamos unas 15 personas llegadas de distintos colectivos, entre los que había voluntarias de Friday’s y Famílies For Future, del BACC (Bicicleta Club de Catalunya), de la Xarxa per la Sobirania Energètica y de la Xarxa Economia Solidària, entre otras. La idea, era ser capaces de reflejar de la forma más completa la situación en la que se encuentra la ciudad, a partir de los puntos de vista de cada experta, para incluir el máximo de relatos posibles y realidades a tener en cuenta, ¡y des de luego se consiguió, incluso nos faltó tiempo de debate!

Paso a paso, fuimos identificando los factores que provocan que Barcelona sea una ciudad poco sostenible, y siguiendo los hilos de cada eje analizamos las causas próximas y finales, así como las relaciones que hay entre ellas, pasando por el turismo, el tráfico, la movilidad sostenible, las políticas de vivienda y las dinámicas de consumo. Fue un taller muy intenso, concentrado en poco más de 3h, y en el que llegamos a la construcción de un sistema que, aún resultar algo genérico, permite ser consciente del verdadero entramado que se esconde detrás de cada política, factor y efecto, y cómo se relacionan todas las variables de la ciudad, para ser capaces de diseñar un plan de acción efectivo para conseguir hacer de Barcelona una ciudad más limpia. Pese a que en algún momento la situación fue algo dispersa y no se pudo profundizar mucho, en general el taller funcionó bastante bien, y de hecho, fue una pena no tener más tiempo para concretar cosas, ¡aunque ahora le trabajo grande les queda a nuestras queridas campaigners, para analizar ese océano de flechas!

Núria Moncada, grupo local de Barcelona

 

LA RESPUESTA DE GREENPEACE UK AL COVID-19

uk kitchen

Luke Jones, coordinador de logística de la oficina de Reino Unido de Greenpeace, nos escribe para contarnos lo que han estado haciendo como respuesta a la situación del Covid, porque hemos pensado que os gustaría saber lo que están haciendo otras oficinas de Greenpeace por el mundo...

Hola a tod@s,

En estos tiempos inciertos, cuando la mayor parte de nuestro trabajo normal está en espera, el equipo de acciones del Reino Unido decidió intentar ofrecer nuestra ayuda a aquellas personas u organizaciones necesitadas debido al brote de Covid-19.

Como equipo de acción tuvimos una sesión de generación de ideas en dos áreas, en primer lugar, qué podíamos hacer para ayudar y cómo podíamos ofrecer ayuda a otras organizaciones. A través de este proceso, llegamos a la conclusión de que ofrecer la ayuda a una organización que ya estaba ayudando a las personas sería la mejor opción. Después de comunicarnos con varias organizaciones, hemos estado apoyando a Islington Homeless Task-forcer haciendo comidas calientes en la cocina de Greenpeace a las personas sin hogar, durante las últimas 3 semanas y continuaremos en el futuro previsible.

Anne, que normalmente dirige la cantina aquí en GPUK, su compañero Nathan, la asistente del taller y su hija Ruby están cocinando la comida mientras Veronica, una de nuestras coordinadoras de acciones y yo empaquetamos y entregamos la comida. Obviamente, seguimos los protocolos de higiene y manipulación de alimentos mientras los preparamos (la cocina de Anne ya tiene una calificación de higiene de 5 estrellas), y también hemos puesto en práctica las pautas de distanciamiento social. Todos los productos que utilizamos son orgánicos y, por supuesto, que toda la comida es vegetariana y estamos haciendo las entregas en nuestra camioneta totalmente eléctrica.

Saludos y cuidaros mucho!

Luke Jones, Logistics Manager, Greenpeace UK

 

CICLO DE FORMACIONES EN VALLADOLID

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Son tiempos raros, tiempos en los que no sabemos muy bien que hacer ni que va a pasar, pero también son tiempos para innovar, para aprender, para hacer cosas que nunca antes habíamos hecho y porqué no, para experimentar, y con estas premisas, desde el grupo local de Valladolid nos dijimos “¿y si aprovechamos la cuarentena para hacer formaciones y charlas sobre temas que nos interesan pero que con las prisas del día a día no hemos podido abordar?”... y dicho y hecho.

Nos pusimos a pensar un ciclo de formaciones y charlas que no fuesen sobre los mismos temas de siempre, y que además, participasen otros colectivos cercanos, y de ahí salieron, entre otras, una charla sobre permacultura con la responsable de un grupo de Inglaterra, otra sobre monocultivos, con presentación de libro incluido, con las periodistas de Carro de combate, una próxima sobre tiendas “Zero waste”, y esta última, sobre la moda textil ecológica y sostenible, con la plataforma Ethical Time.

Estas charlas nos han permitido ver temas bajo un prisma distinto, para explorar el potencial de las redes sociales, para sentir mucho más cerca a las personas socias y voluntarias, y, sobre todo, para saber que compartimos los mismos objetivos con muchos más colectivos y que existen alternativas para ser capaces de dar la vuelta a la #EmergenciaClimatica.

Grupo local de Valladolid